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Antibióticos

Antibióticos

¿Qué son los antibióticos?


Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para el tratamiento y/o la prevención de enfermedades producidas por bacterias. Los antibióticos NO son eficaces en enfermedades producidas por virus. Por lo tanto, en enfermedades como la gripe y ciertas infecciones de garganta, que son producidas por virus, el uso de antibióticos NO es eficaz.
Existen diferentes tipos de bacterias con características específicas, de ahí que existan diferentes tipos de antibióticos.

Generalmente son fármacos seguros aunque, como todo medicamento, pueden producir efectos indeseables:

  1. La alergia es uno de los efectos adversos más conocidos, aunque no de los más frecuentes. El paciente debe estar informado de si es alérgico a algún antibiótico y llevar siempre consigo una tarjeta o medalla que lo indique.
  2. Otros efectos adversos se producen por la destrucción, además de las bacterias patógenas, de bacterias beneficiosas que se encuentran formando parte de la flora intestinal. Esto puede ocasionar dolor de estómago, diarrea, infecciones vaginales y otros problemas.

¿Cómo se deben tomar los antibióticos?

En primer lugar, hay que tomar antibióticos SÓLO cuando lo haya prescrito un profesional sanitario cualificado.
Es especialmente importante cumplir el tratamiento completo, aunque se mejore antes.
Generalmente, el tratamiento es de 7 o 10 días. Asimismo, es esencial tomar todas las dosis del antibiótico (en el horario pautado y sin olvidar ninguna dosis).

¿Cómo funcionan los antibióticos?

Los antibióticos actúan frente a las bacterias o bien destruyéndolas o bien impidiendo su reproducción. A las bacterias que son susceptibles de ser eliminadas por la acción de un antibiótico se les denomina sensibles.

¿Qué es la resistencia a antibióticos? ¿Por qué es tan importante?

Algunas bacterias son inmunes a la acción de los antibióticos, fenómeno que se conoce como resistencia. La resistencia bacteriana a antibióticos puede originarse bien por las características propias de la bacteria o bien por que ésta ha evolucionado de alguna forma para combatir el mecanismo de acción del antibiótico. Las enfermedades causadas por bacterias resistentes pueden ser muy graves porque son más difíciles de tratar, a menudo con mayor coste, e incluso se puede llegar a la situación de que no existan antibióticos que sean capaces de combatirlas.

SON LAS BACTERIAS, Y NO LOS SERES HUMANOS, LAS QUE SE VUELVEN RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS.

Dentro de los factores que influyen en la resistencia a los antibióticos se encuentran el uso injustificado y abuso de los antibióticos en humanos, animales y en agricultura. Otros factores importantes son la demanda de prescripciones de antibióticos y la obtención de los mismos sin receta.
La aparición de bacterias resistentes supone un importante problema sanitario. Se estima que en España más de 4.000 muertes anuales son debidas a bacterias multirresistentes, cifras que alcanzan los 25.000 casos si nos referimos a toda la Unión Europea, con unos costes añadidos de aproximadamente 1.500 millones de euros por cuidados extras hospitalarios, cuidados médicos y pérdidas en la productividad.

Conclusiones

La resistencia a antibióticos es un problema complejo que requiere un enfoque multisectorial unificado. Se requieren más innovaciones e inversiones en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos antimicrobianos, vacunas y medios de diagnóstico. En definitiva, se necesitan más iniciativas para encontrar soluciones duraderas y así reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación, porque aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza para la salud mundial.