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Insulina

Insulina

La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de glucosa en la sangre están aumentados.

La terapia con insulina ( hormona procucida por el páncreas que se encarga de regular la glucemia ) es a menudo una parte inportante del tratamiento de la diabetes.

Objetivos del tratamiento con insulina.

Si tienes diabetes tipo 1, el tratamiento con insulina es vital para reemplazar la insulina que no produce tu páncreas. Estos fármacos ayudan a prevenir las complicaciones de la diabetes porque mantienen el nivel de glucosa en sangre dentro de los límites deseados. Algunas veces, las personas con diabetes tipo 2 o diabetes gestacional también necesitan utilizar estos medicamentos.

Los tipos generales de insulina incluyen las siguientes:

  • Insulina de acción rápida. Se absorbe rápidamente desde el tejido subcutáneo al torrente sanguíneo. Se usa para controlar la glucosa en sangre durante las comidas y aperitivos y para corregir los niveles altos de glucemia.
  • Insulina de acción intermedia. Se absorbe más lentamente y dura más su acción. Se usa para controlar la glucosa en sangre durante la noche, mientras se está en ayunas y entre comidas.
  • Insulina de acción lenta. Se absorbe lentamente y su efecto dura la mayor parte del día. Se usa para controlar la glucosa en sangre durante la noche, mientras se está en ayunas y entre comidas.

¿Cómo se administra la insulina?

La insulina se administra mediante una inyección en el tejido subcutáneo.

1. Elegir la zona de punción.

La insulina puede pincharse en la parte posterior del brazo, en el abdomen, en las nalgas y en la zona lateral superior externa de las piernas.

Es fundamental rotar la zona de punción, porque inyectar la insulina siempre en el mismo lugar del cuerpo puede provocar la aparición de lipodistrofias. Las lipodistrofias
provocan el endurecimiento o la inflamación del tejido graso subcutáneo.

2. Elegir el tipo de aguja.

Existen diferentes agujas según la longitud y el grosor.
Se aconseja utilizar agujas de 4, 5 o 6 milímetros (mm) de longitud para todas las
personas con diabetes, tanto niños como adultos.

El grosor es el aspecto que más relación tiene con el dolor del pinchazo. Las agujas más finas son las que provocan menos dolor en la punción. El grosor de la aguja se mide en gauges (G). Las agujas de grosor 31 G y 32 G son los más finas disponibles.

Las agujas son de un solo uso y debería utilizarse una nueva en cada inyección.

3. Pinchar la insulina de forma correcta.

Coger un pellizco con ayuda de los dedos índice y pulgar en la zona donde pincharemos nos ayuda a evitar que la insulina se ponga en el músculo y minimizar el riesgo de hipoglucemia no deseada.