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Dismenorrea y Amenorrea.

Dismenorrea y Amenorrea.

Las alteraciones en el ciclo menstrual son frecuentes en muchas mujeres, jóvenes, pero también se pueden producir hasta llegar la menopausia.

Son muchas las causas que originan estas alteraciones y que se observan, especialmente, en la frecuencia del ciclo menstrual, los dolores previos, las características del flujo menstrual y la intensidad del sangrado.

Entre las alteraciones menstruales más frecuentes encontramos la amenorrea y la dismenorrea. A continuación, se explicarán cada una de ellas:



¿Qué es la amenorrea?

La amenorrea es la ausencia de la menstruación. Se puede clasificar en dos tipos:

  • Amenorrea primaria: Es la falta de ciclo menstrual sobre los 15 años.


  • Amenorrea secundaria: Cuando no existe sangrado del periodo menstrual durante tres meses o más, pero previamente sí se ha producido la menstruación de manera recular.


Cada tipo de amenorrea tiene muchas causas, pero globalmente las causas más comunes de amenorrea incluyen:

  • Embarazo (la causa más común en las mujeres en edad reproductiva).
  • Retraso constitucional de la pubertad.
  • Anovulación funcional hipotalámica (p. ej., debida a ejercicio excesivo, trastornos alimentarios o estrés).
  • Abuso de drogas (p. ej., anticonceptivos orales, depoprogesterona, antidepresivos, antipsicóticos).
  • Lactancia.
  • Síndrome del ovario poliquístico.




Normalmente el enfoque médico se orienta hacia ir descartando las causas a través de análisis y exploraciones para llegar al origen del problema. Y una vez que el mismo está identificado, se aplica un tratamiento específico para regular el ciclo menstrual y para paliar sus síntomas asociados.


Algunos problemas asociados con la amenorrea que también pueden requerir tratamiento incluyen:

  • Inducción de la ovulación si se desea un embarazo
  • Tratamiento de los síntomas y los efectos de la deficiencia a largo plazo de estrógenos (p. ej., osteoporosis, trastornos cardiovasculares, atrofia vaginal)


  • Tratamiento de los síntomas y manejo de los efectos a largo plazo del exceso de estrógenos (p. ej., sangrado prolongado, dolor persistente o marcado a la palpación mamaria, riesgo de hiperplasia endometrial y cáncer)


  • Reducción del hirsutismo y efectos a largo plazo del exceso de andrógenos (p. ej., trastornos cardiovasculares, hipertensión).



¿Y la dismenorrea?

Consiste en sentir un dolor fuerte en la zona abdominal y pélvica que aparece en la mujer previamente o durante el ciclo menstrual.

Se estima que la padecen un tercio de las mujeres y es más frecuente en mujeres con antecedentes familiares, fumadoras, con sobrepeso o que hayan tenido menarquía (primera menstruación).


La dismenorrea se manifiesta con:

  • Cólicos
  • Mareos
  • Desmayo
  • Vómitos o náuseas
  • Dolor en lumbares y piernas
  • Diarreas
  • Dolores de cabeza
  • Signos de malestar o debilidad


¿Qué tipos de dismenorrea existen?

  • La dismenorrea primaria: Dolor espasmódico o agudo. Comienza a los dos días o 24 horas antes de empezar el ciclo y va desapareciendo poco a poco durante el primer día. Está provocada por alteraciones hormonales que causan contracciones uterinas atípicas.
  • La dismenorrea secundaria: Dolor pesado y continuado. Aparece antes del ciclo menstrual y dura toda la menstruación. Está causada por problemas del órgano reproductor femenino como la endometriosis, miomas.



Tratamiento para la dismenorrea.

La dismenorrea es un proceso natural, y como tal, no es considerada como patología sino como proceso fisiológico. Si la dismenorrea es primaria, habrá que diferenciar entre psicogénica o no psicogénica. La psicogénica puede ser tratada con terapias psicológicas junto al uso de suplementos como vitaminas (E), omega 3 y minerales (zinc). Además de ir acompañada por una alimentación equilibrada, ejercicio físico o técnicas de relajación para su control.

En las no psicogénicas realizaremos el mismo tipo de indicaciones, incluyendo también en el tipo I vitaminas del grupo B (1, 6), los analgésicos y apoyo psicológico. En el caso del tipo II y III se suelen emplear anticonceptivos orales


Si el dolor persiste, habitualmente se intenta el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (que alivian el dolor e inhiben las prostaglandinas). Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos generalmente se inician 24 a 48 horas antes y se continúan hasta 1 o 2 días después de que empieza la menstruación.

Si los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos no son efectivos, se puede intentar la supresión de la ovulación con un anticonceptivo oral con bajas dosis de estrógenos y progestágenos.



¿Se puede prevenir?

La mejor manera de prevenirlo es llevando una vida saludable. Para ello se debe seguir una serie de consejos para poder tratarlo. Realizar una buena alimentación gracias a una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente, evitar situaciones de estrés y el consumo de alcohol y tabaco, cumplir las horas de sueño.