Proteínas.
Cada parte de nuestro organismo esta formado por células y estas a su vez están formados por proteínas que son fundamentales para mantener un buen estado de huesos, músculos, piel y resto de tejidos.
Las proteínas son moléculas formadas por aminoácidos que unidos la conforman y dan lugar a estructuras como fibrina, elastina, actina, colágeno, etc. con una función esencial para el crecimiento ya que son las responsables de la síntesis, desarrollo y mantenimiento de tejidos.
Por otro lado existen una serie de moléculas como neurotransmisores, enzimas, hemoglobina, anticuerpos y hormonas que también son proteínas y están involucradas en multitud de procesos metabólicos .
La obtención de estas la realizamos con la alimentación y su cantidad va en función de los requerimientos de cada persona. Coloquialmente se suele entender que una dieta proteica es la basada en carnes pero realmente no solo se encuentra en ellas sino que también podemos valernos de alimentos de origen vegetal. Así como en granos que donde destacan las lentejas, garbanzos, soja, arvejas. Cereales como la quinoa y la avena. Frutos secos como el maní, nueces.
Es verdad que son las de origen animal las que tienen proteínas completas, de un alto poder biológico ya que aportan los aminoácidos que el organismo requiere, como sucede con la clara del huevo, carnes magras y pescado. No obstante podemos valernos de una buena combinación de alimentos vegetales y conseguir una combinación óptima.
La clasificación de proteínas puede ser muy variada pudiéndose clasificar según SU FORMA donde nos encontraríamos las fibrosas, globulares o mixtas., SU COMPOSICIÓN QUÍMICA donde estarían presentes las proteínas simples las cuales tras ser hidrolizadas o predigeridas generan solamente aminoácidos o las conjugadas que no solo generan aminoácido., o POR SU ORIGEN presentes la de origen animal o vegetal.
Es destacable que el cuerpo no almacena proteínas de la misma manera que lo hace con las grasas por lo que es muy importante que la ingestión de proteínas sea a diaria. Esta ingesta diaria a va depender de los requerimientos y estos a su ver van a estar relacionados con la edad, actividad física, estado de salud, trabajo o desgaste, etc.
En la ingesta de carnes como fuente de proteínas hay que prestar atención a las cantidades ya que junto a ellas también ingerimos inevitablemente otros nutrientes como grasas (colesterol). Por otro lado existen preparados alimenticios o suplementos con una proporción adecuada de proteínas libres de grasas y sustancias dañinas para nuestra salud. Generalmente de origen lácteo como suero de leche, una proteína de rápida absorción, preparada y pensada para un uso casi inmediato tras el esfuerzo, entreno o desgaste. Existe también la caseína, de origen lácteo, pero esta por el contrario es de absorción o digestión mas lenta indicada esta vez, para un uso más prolongado, como puede ser en un largo periodo sin ingesta de nutrientes. Del mismo tipo seria las proteínas vegetales como la del guisante, garbanzo, etc. pero esta vez de origen vegetal.
Las proteínas son clave en multitud de procesos celulares como pueden ser la formación de nuevas células, membranas, tejidos. Función hormonal, defensiva ( anticuerpos), reparadora.
Un buen consumo evita la pérdida progresiva de masa muscular como sucede en adultos mayores evitando la sarcopenia, repara el tejido dañado tras la actividad física por la rotura fibrilar del músculo o la realización de trabajos forzosos, control de peso generando saciedad y ayudando a la pérdida de peso.
