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Covid-19. Inmunidad, medicamentos, vacunas y test.

Covid-19. Inmunidad, medicamentos, vacunas y test.

¿Qué significa estar inmunizado?

Cuando una persona pasa una enfermedad queda inmunizada. Eso significa que el cuerpo posee unas células llamadas linfocitos B específicos contra ese enemigo (se conocen como células de memoria). Si ocurriera una segunda infección, estos linfocitos detectan rápidamente al enemigo y empiezan a producir una proteína denominada anticuerpos de alta afinidad, contra él, por tanto la infección es menos virulenta.

Durante esta segunda infección aun se siguen especializando más los linfocitos B, pudiendo ser cada vez más efectivos.

Con respecto a la inmunidad que genera el COVID-19, parece que los anticuerpos se desarrollan en el huésped alrededor del día 14 después de la infección. Se desconoce aún la duración de la inmunidad y la efectividad de la misma hasta que se estudie más en profundidad.

Los pacientes con alta médica sí pueden presentar inmunidad, pero también carga viral. En recientes estudios se recoge en esputo hasta 3 semanas y en heces hasta 47 días después del inicio de los síntomas, por lo tanto, se puede seguir contagiando el virus una vez remitidos todos los síntomas y estando clínicamente curado.

¿Qué medicamentos y vacunas existen para combatir el COVID-19?

La inmunoterapia se ha revelado como un método efectivo para el tratamiento de enfermedades infecciosas y actualmente hay ensayos abiertos de anticuerpos monoclonales para el tratamiento del COVID-19, pero todavía ninguno en el mercado.

Hay algunos medicamentos que también se está utilizando como reductores de la carga viral de una manera bastante efectiva e, incluso, en algunos casos se ha valorado utilizarlos como profilácticos.

Elaborar una vacuna es un proceso extremadamente complejo. Requiere de mecanismos muy estrictos, que aseguren al cien por cien la seguridad y eficacia de la vacuna.

Hay que tener en cuenta que son productos con una carga biológica, diferente a los fármacos convencionales, por lo que no se cree que esté disponible hasta dentro de un año y medio.

A día de hoy no existe evidencia científica suficiente de que ningún medicamento sea eficaz
para el tratamiento o profilaxis del COVID-19.

La AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) está haciendo un
esfuerzo por canalizar la mayor parte de uso de medicamentos hacia programas de ensayos
clínicos o estudios que permitan generar conocimiento y evidencia sobre su utilidad en esta
enfermedad, y por lo tanto valorar su relación beneficio/riesgo al tiempo que se trata a los
pacientes.

¿Qué tipos de test hay para el diagnóstico del COVID-19 y qué utilidades tienen?

Hay dos grandes grupos de pruebas diagnósticas: unas que detectan el propio virus y otras
que detectan la inmunidad adquirida frente al virus.

1- Detectan el propio virus.

Detectan el propio virus. Se utilizan para el diagnóstico de la infección aguda, tanto en pacientes sintomáticos o en pacientes asintomáticos que hayan podido estar en contacto con enfermos.

PCR.
Son interesantes para el seguimiento de pacientes y para el alta hospitalaria. Se trata de
un test genético que nos indica cuánto virus tiene el paciente. En esta prueba se introduce un bastoncillo por la nariz o la garganta para recoger la muestra. El tiempo necesario para obtener
resultados es de unas 4 horas. Su fiabilidad es superior al 90%.

Test de antígenos.
Se pueden utilizar de forma masiva sobre la población general o en personas que hayan tenido contacto con enfermos de Covid19 o en pacientes sintomáticos. Se basa en una inmunocromatografía en papel y los anticuerpos detectan las proteínas del coronavirus. Se recogerán las muestras de la garganta o la nariz y se depositarán en unas tiras que reflejarán el resultado mediante bandas en unos 10 ó 15 minutos. Son fiables dependiendo de la carga viral que presente el paciente.

2- Test de anticuerpos.

Detectan la capacidad del sistema inmunológico en producir anticuerpos específicos frente al virus.

Test serológico IgA, IgM e IgG.
Sabremos si una persona está inmunizada y por lo tanto tiene protección frente al virus. No son positivos hasta unos días después de la infección, por lo que no serán útiles como test diagnóstico ya que pueden dar falsos negativos durante los primeros días de la infección. Funcionan de manera similar al test de antígenos, pero reaccionan antes los anticuerpos del propio paciente. De esta forma detecta inmunoglobulinas. Se deposita en un tira una pequeña extracción de sangre y se espera a que se marquen las bandas pertinentes que nos indicarán el resultado en unos 10-15 minutos. Nos desvela si hemos estados expuestos al virus, pero no
si aún el paciente sigue infectado.